viernes, 10 de febrero de 2012

Hacia lo Salvaje (Into the Wild)

Poco a poco, la adrenalina se disipa en mi sangre. Mientras intento respirar de forma tranquila, me tumbo boca arriba en el suelo y trato de recuperar la cordura. Pero debo de fallar, porque comienzo de nuevo a ver alucinaciones. Estoy viendo al hijo puta máximo de nuevo.
-       ¡Savor Hardin! ¿Pero que coño…?
-       Buenas noches. Aún inmovilizado en mi despacho, Salvor tiene el brazo largo.
-       ¿Hablando en tercera persona? ¿Quién cojones te crees? ¿Julio Cesar, subnormal?
-       Le veo en tan buena forma como siempre ¿Eh? ¡Que maravilla! ¡Oh, que maravilla!  Si, un robot y un holograma portátil hacen maravillas ¿Verdad? Bueno, ver.as, tengo algo que proponerte…
-       ¡Vete a la mierda, soplapollas! – digo mientras le engancho una hsotia cojonuda al robot, pero solo logro joderme los nudillos- ¡Mierda!
-       Si has dejado de hacer el indio, tengo algo que decirte, amigo. Algo que te interesa, te interesa mucho.
-       ¿Quién coño eres, el eco? ¿Mi conciencia? ¡Psicópata barato! – y le reviento una patada al robot,  por pura desesperación- ¡Agggh!  -saco la navaja…
-       No sé que busca aquí un medio orangután en celo como tu, porque dudo que entiendes ni siquiera la mitad de lo que ves, pero estarás conmigo que en que no puedo dejarte por aquí suelto, matando electores y costándoles a los contribuyentes parte del preciso presupuesto que sale de sus impuestos.,¿ no?
-       ¡Mierda!- grito cuando mi navaja resbala por encima del cristal del robot. Puta mierda de blindaje…
-       Conocí a un tipo interesante hace algún tiempo, ¿Sabes? De hecho, me recuerda bastante a ti. Si, me recuerda mucho. No creo que su nombre te diga alago, pero su historia si es muy interesante. Una de mis labores como alcalde es proteger la ciudad de los numerosos peligros, que como tu mismo, acechan y se emboscan en nuestros confines. Y no se puede combatir correctamente aquello que no se entiende. ¿No es así? Bien, la violencia aquí es mal comprendida. – le arrojo una probeta de acido al puto robot, pero también tiene capa antiácido ¡Mierda!- Dado que la educación es un derecho básico, y que cada cual tiene mas o menos lo que merece, no hay lugar para ella. Hay orden en nuestra sociedad, todo esta previsto y bien dispuesto. Salvo casos excepcionales de desordenes mentales agudos, no hay violencia aquí arriba. Así que cogí a varios de los vuestros, a los elementos distinguidos de vuestra sociedad parta estudiarlos aquí, para tratar de entenderlos, en suma. Y uno en particular no dejo de asómbrame por su … pureza… primitiva.
-       ¿Primitivo? Ya. Ya lo entiendo, Salvor. Montar campos de concentración y aniquilarnos como ovejas es la civilización. ¿!Verdad, hijo de puta!?
-       … Era el sujeto perfecto, todo aquello que estaba buscando concentrado sobre ese tipo. Un cráneo privilegiado, en realidad. Solo entendía de combates y muerte y destrucción. Un coloso de acero, sangre y fuego, todo hierro y bronce. Psicosis paranoide aguda. En palabras técnicas, estaba como una puta cabra. Solo le gustaba matar por matar. Si ningún objetivo claro, como el poder o ni siquiera por placer. No se a quién me recuerda…
-       Si, es verdad, no se a quién me recuerda.
-       Pero no fanfarronea aquel que quiere, si no el que puede ¿verdad? Y era bien conocido, en su campo. Era un fanático del ejercicio físico. La secreción de endorfinas es lo más parecido a la adrenalina del combate, para él. En lenguaje técnico, vigorexia. Muy común. Nada raro. Asi que se ejercita continuamente, día y noche, con especial dureza. Como hay toda una corriente del pensamiento que declara el ejercicio como bueno para la mente y el cuerpo, le deje que siguiera con sus costumbres, a pesar de constituir claramente un comportamiento obsesivo. A esto hay que unir además, un físico portentoso. Es un moderno Nemrod. Y por si fuera poco, es un supermacho. Sus cromosomas masculinos son XYY en vez del habitual XY. ¿Lo tiene todo, eh? Así que le capturé. Y lo encerré día y noche en un  cubo de tres por tres. De vez en cuando una ducha de agua helada cae del techo,  aleatoriamente, a cualquier hora y cualquier día, para mantenerlo limpio y recordar cuan indefenso está. Descargas eléctricas para impedir que duerma. Música a todo volumen las veinticuatro horas del dia. Conectado por vena le llega la comida, pero también dosis de estimulantes, algunos naturales como la cafeína y otros químicos, como anfetaminas. Conectado por aparatos de realidad virtual a imágenes violentas, o mas exactamente, ultraviolentas. Asesinatos, violaciones, descuartizamientos, etc…
Obviamente, después de un cierto nuimero de días de este …tratamiento… había que dejarlo un par de días en observación para `poder continuar con él.
-    Salvor, eres un conocido filántropo, pero esto es demasiado incluso para ti. Tu fama es sin duda, inferior a tus méritos.
-    Sin duda, sin duda. Hace dos meses entre en una fase nueva. Comprobé hasta que punto podía llegar el límite de la crueldad humana. Era hora de recoger el fruto de mis preparativos. Le cedi otros prisioneros, mujeres, niños, ancianos. Y también expertos en las diversas artes marciales y cazadores profesionales. Los mato a todo. Una tras otro, como un sangriento pasatiempo. Con las mujeres acababa después de violarlas, una y otra vez, hasta que no podían más. A algunos, les rompía el cuello rápido, con otros se cebaba y les quebraba hueso a hueso, como a ramas secas. Con algunos incluso experimentaba, calibrando la capacidad de tensión. A otros, como generalmente, los ancianos, los reventaba a golpes. Como si fueran focas. O les saltaba encima del pecho una y otra vez. Y finalmente, llegue a la última fase del experimento. Pase a animales.  No conocía el miedo. Suena a tópica, pero no puede ser más cierto. Se atrevía hasta con tigres de Bengala, o con osos. Pero lo más duro era sin duda, lo que hacía con los gatitos, algunos incluso recién nacidos. Algunas veces, parecía que recordaba emociones como el amor, la ternura o el cariño, y los llegaba a acunar en el regazo. En el mejor de los casos, duraba poco. Poco después les reventaba la cabeza a pisotones. ¡Ja! Tenías que haber visto la cara de las visitas. Había destripado a personas, pero esto siempre parece que jode más. ¿Tú lo entiendes?
-    Solo dos cosas. ¿Cómo coño ganaste unas elecciones y por qué cojones no te habré matado antes?
-    Muchas  gracias. ¡Je! Pero esta historia no ha acabado todavía. No. Pronto el sujeto comenzó a descargar su frustración en sí mismo. Claro, no le quedaba otra. Comenzó a odiarse a sí mismo. Hasta el momento, lleva ya dos docenas de intentos de suicidios. Como no tenía otros medios, lo intento a cabezazos a la pared. Pero solo quedarse inconsciente antes de acabar, y nosotros le curábamos las heridas de forma amorosa. Después de tanto tiempo, era ya como una preciosa inversión. Así que hizo algo increíble, algo inaudito, algio que abrió todo un nuevo campo de investigaciones. Comenzó a pedirme que lo matara. Entre lloros, me suplicó que acabase con su vida. Se ponía de rodfillas, y humillante y lloroso, me suplicaba una y otra vez. Y yo, viéndolo llorar en posición fetal, incapaz de dormir por los remordimientos, ¿Qué podía hacer?
-    Suicidarte tú. Vamos, era una idea.- digo. La charla me molesta, y por fin encuentro una barra de hierro bastante pesada. Ahora vas a ver…
-    Al principio trate de aliviarle con morfina. Pero llegué a una mejor conclusión. He decidido algo mejor. Al fin y al cabo ya no me sirve como sujeto. Ha tocado el mite y se roto.  De tal manera que tendré piedad de él y haré lo que ha pedido como recompensa…
-    Que desconsiderado por tu parte. ¿Y porque ibas a hacerl…
Mientras pronunció esas palabras, mi voz se va apagando, porque comienzo a comprender.
-       ¿Tú que crees? – dice él, mirándome a los ojos.
-       Hijo de puta…
-       Así es. Si te mata, le hago ese favor.
-       Grandísimo hijo de puta….- le reviento una hostia en la puta pantalla. Se raja un poco. Hay que darle más fuerte…-  ¿Y porque debería hacerlo?
-       ¿De verdad quieres saberlo? En realidad no, pero seguro que me lo ibas a a decir igual ¿Verdad?- otra hostia. Ahora que si que se rompe de verdad.
-       Verdad. He bloqueado desde mi despacho todas las puertas y ascensores, excepto las que conduce a él.  ¿A que es divertido?- Y luego añade, un segundo antes de que la barra reviente el cristal de la pantalla- Penúltimo piso, calabozos, habitación 237. Bon Voyage!  – no dice nada más porque ahora reviento el altavoz, y por fin, dejo que ni ira fluya sobre el resto del robot.
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