lunes, 3 de octubre de 2011

Queen of Blood

Titán estaba de rodillas en el suelo.
Gauss rodeado completamente por una maraña inhumana.
Snake ni siquiera luchaba ya.
Von estaba tendido inerte con una de aquellas criaturas subida encima.

Pero Von tenia la extraña costumbre de no rendirse ni siquiera cuando tenía el terrible inconveniente de estar muerto.
La criatura que tenia encima desconocía esa pasmosa facultad.
Así que no le prestó mucha atención mientras abría las mandíbulas y salivaba preparándose para el festín más fácil de su vida.
Fue el instante más feliz de su corta vida, el instante de la anticipación al triunfo.
Y fue maravilloso, porque tan solo un segundo después no tenía cabeza con que disfrutar.
Con una brutal patada, Von desparramó lo que quedaba del informa cuerpo en pedazos sobre el suelo.
No sabía de qué iba a morir, pero fuese lo que fuese esperaba que su destino no fuese terminar en el vientre de alguno de esas asquerosas… cosas.
El revólver aún humeante ronroneaba de placer, esperando más.
Iba a tener satisfacción.
Otra de esas alimañas le vio, torció y salto en su dirección.
Von se incorporo un poco y mas y abrió fuego a bocajarro.
Como un pajarillo aleteando, se le corto el impulso, se quedo un rato quito en el aire (justo el instante en que el proyectil impactaba, arrancándole medio tórax, el brazo derecho, parte del abdomen, mandíbula inferior y cadera) y salió despedido hacia atrás entre una masa filamentosa negra y verde que antes era parte de esa blasfemia tridimensional.
Mientras su rival caía, miraba sin comprender y se retorcía de agonía en el suelo, Von se levanto completamente y aulló un desafío.
- ¡Estoy aquí, sucios montones de mierda! ¡Estoy aquí! ¡Von está aquí!
Tres más se acercaron en fila india a gran velocidad.
Demasiado fácil.
- ¡Decir hola a mi pequeño amigo!- dijo exhibiendo el revólver.
Bastó un único disparo.
Las tres cabezas abiertas cedieron hacia ambos lados, dejando al descubierto la nada más repugnante jamás vista.
Pero el retroceso apoteósico del arma había empujado al brazo de Von noventa grados.
Y cuando fue de nuevo a apuntar con el descubrió que dos garras le sujetaban con fuerza.
Con un grito de ira encendió el laser multifunción de su izquierda y lo empotro contra el racimo de ojos de la criatura.
Un chillido estentóreo reveló que efectivamente, tenía cerebro del algún tipo.
El cuerpo cedió entre convulsiones, pero Von no tenia tregua.
Otro más apareció frente a frente y le se le tiro encima a morderle el cuello.
Salto a su encuentro con el hombro por delante; en el choque gano y tiro patas arriba al engendro. Ahora, a esta distancia y con la ventaja de la altura, le practico una lobotomía frontal de libro entre carcajadas.
Y mientras oía los desesperados y desgarradores aullidos de la víctima, Von no podía parar de reírse de puro placer.
Pero ay, dicen que en hebreo “eterno” puede significar tan solo “duradero” .
Y pueden que tengan razón.
Porque aprovechando su risa media docena mas se tiro a por él desde todos los ángulos.
Pero Von no era precisamente un blanco fácil.
Von se tiro al suelo, rodo y esquivo la masiva carga; un segundo antes de recuperar su fusil del suelo; incorporarse y abrir fuego, derribando a cuatro de ellos de una ráfaga.
Con la mano libre saco una granada.
Pero por un instante se detuvo a estudiar la situación.
Titán estaba de rodillas en el suelo.
Gauss rodeado completamente por una maraña inhumana.
Snake ni siquiera luchaba ya.
Von estaba solo, rodeado por una horda sin fin de esos seres, luchando en una batalla perdida de antemano, hasta que se le acabara la suerte, la munición o la esperanza.
Pero él no se daría por vencido.
Si todo estaba perdido, si nada importaba ya, lucharía hasta la muerte.
Antes morir que dejarse matar.
Bonitas palabras, si.
Pero se enfrentaba a una aterradora realidad.
Y la realidad volvía de nuevo a la carga.
Alzó su granada desafiante.
Pero otra vez tuvo una desagradable sorpresa cuando su radar le indico una terrible forma que se le caía encima.
Alzo la cabeza y en un acto reflejo trato de hacerse a un lado, pero algo le bloqueaba las piernas.
Sorprendido miro debajo.
Aunque solo tenía una garra, la apestosa criatura se había arrastrado hasta él y le había bloqueado con un torpe abrazo. Por un instante le miro con odio extremo, mientras maldecía su testarudez: no hacia ni un minuto que le había disparado a bocajarro con su revólver.
Pero desde abajo parecía reírse con malicia.
No tuvo tiempo ni de concentrar su odio, porque como una tonelada de acero cuatro criaturas más le vinieron encima. Las muy hijas de putas habían trepado al techo y saltado desde allí para pillarlo por sorpresa.
El golpe fue tremendo, y por si fuera poco otras ocho le saltaron alegres encima, uniéndose la fiesta.
Pero eso ya no le importaba.
La granada se le desprendió de la mano, cayó, repiqueteo en el suelo, y con velocidad de película de suspense describió un semicírculo que se alejaba… justo un poco antes de completar el círculo y rodar de nuevo hasta detenerse a escasos centímetros de su cara.
Vio los números del detonador.
002.
001.
Su mirada se poso en sus compañeros, entre aquel mar de garras y mandíbulas que le oprimía.
Titán estaba postrado, resignado a su sino; esperando el golpe final.
De Gauss no se sabía nada, envuelto en un enjambre de aquellas cosas.
Y Snake yacía en el suelo con el casco atravesado por unas terribles mandíbulas.
Y el…
000.
Von cerró los ojos.
Y sonrió.
Titán lloraba.
Gauss gritaba.
Snake suplicaba.
Y Von sonreía.
000.
Luz.
Von sonreía.
Luz.
Luz.
Luz.
Von sonreía.
Aquello no era una granada.
Era una bengala.
Entonces Dios dijo: «Que exista la luz». Y la luz existió. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas…
Una estrella naciente, un sol moribundo que expira, una nave rompiendo el solitario espacio.
Luz.
Las criaturas aullaron de terror, y escaparon lejos del foco de su infierno, e ese látigo de millones de colas. Von se rio mientras se levantaba y alzaba los brazos en señal de triunfo.
Titán alzo por fin su tez.
Gauss se quedo estupefacto al descubrir que no estaba muerto y ver como aquellos demonios escapan de su vista.
Snake entonces recordó que siempre hay una respuesta.
Y esta vez pensó que a el mismo se le podía haber ocurrido.
- La presunción de Doom fue su fin, chicos- resonó triunfante Von- Nos dijo algo muy útil. Mencionó entre el caldo genético de estos seres a las termitas. Y una cosa útil de las termitas es que su…
- fototropismo es negativo. Huyen de la luz- continuó Snake- Tan simple… tan eficaz…
- No es hora de entretenerse chicos. Alguien ahí fuera está esperando que lo matemos. Y...
- No es tan fácil, Von. Fíjate - dijo Snake. - le dijo señalando el cerco de oscuridad que rodeaba a la luz.- Están allí esperando. Y siguen siendo cientos. Esto es un empate. ¿Cómo salimos de aquí?

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