miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Séptimo Sello

- ¿Pero quién son ustedes? ¿Y qué pretenden?
- Ya se los hemos dicho, somos unos un grupo de mercenarios especializados en estas situaciones. Somos cinco: Stalin, nuestro experto en guerrilla urbana, Nobunaga, nuestro informático, radio y hacer y experto en combate cerrado; Nabucodonosor, nuestro hombre de apoyo pesado; y yo, el de los planes que salen bien; aquí presentes. Y si aceptan el trato, vamos a detener (o a matar, según el precio) a ese gilipollas.
- Pero no dijo usted cinco. Aquí solo están cuatro.
- Sí, porque el que falta es Occisor. Es nuestro francotirador, y ya está en posición. Saluda, Occisor.
Un rayo laser paso por los ojos de Gregorio y lo dejo ciego unos instantes.
- Así saluda Occisor, que le vamos hacer. Y anos ha dado más de un problema.
- Pero… ¿Ustedes conocen a ese tipo? ¿Quien cojones es ese lunático?
- No, no lo conocemos de nada. No está en nuestra base de datos.
- Pero ustedes dijeron antes que…
- La forma más rápida de pasar era decir que lo conocíamos, dado que sabíamos que no tenían ni idea de quién es. Eso os permitiría llegar hasta usted con rapidez.
- ¿Y como sabían que no sabíamos quién era?
- No es difícil escuchar sus conversaciones por radio si están en línea abierta sin cifrar.
- Ya. ¿Tiene algún plan para entrar allí?
- No. ¿Cómo voy a tener un plan si me acabo de enterar de lo que pasa?
- ¿Y cómo pretender entrar entonces? ¿Llamando al timbre?
- He dicho que no tengo un plan. No que no lo vaya a tener. Deme cinco minutos y la situación.
- Bueno, ese tipo está encerrado allí dentro con los rehenes.
- Sí, eso ya me lo imagino. ¿Qué más?
- Tiene a cuarenta miembros de su banda con él.
- ¿Eso lo ha dicho el, o lo han visto ustedes?
- Lo ha dicho él.
- Entonces tiene a veinte. Siga, por favor.
- No podemos acceder por el jardín porque lo ha minado.
- Eso es mentira. No ha minado el jardín. ¿Qué ha dicho, que lo ha minado con mimas castradoras?
- Sí, eso es- respondió sorprendido.- ¿Como sabe eso?
- Primero, porque el edificio tiene un jardín de un cuadrado cien por cien de largo, dentro del cual está el banco que mide lo suyo. ¿No? Pues a mí me salen que cien por cien son diez mil metros cuadrados. Aunque restemos el área del banco en sí,¿ qué queda? ¿Cuatro, cinco, seis mil metros cuadrados para minar? ¿En tan solo unos minutos? Un poco jodido, ¿no cree? Lo de las minas castradoras lo dijo para que acojone más, que no sé porque acojonan más que las normales, que simplemente matan. Es un truco muy viejo. Supongo que pondría tres o cuatro minas, o quizá ni eso. Quizá solo pusiera algún explosivo con control remoto para explotarlo si ve entrar a alguien y decir ¿Veis como estaba minado?
- Bueno, ha puesto cuatro ametralladoras automáticas en las cuatro esquinas.
- Eso es un contratiempo serio, pero no insalvable. Es cuestión de calcular tiempo y distancia para anularlas sin destruirlas. Siga.
- Ha dicho que tiene tiradores con rifles de precisión en varios ángulos.
- Vale, no sé si los tiene pero se me hace raro. Los buenos tiradores profesionales que acepten trabajos tan arriesgados, tan “directos” son pocos. Y si los informes no mentían, ¿son todos condenados a muerte en sus respectivos países?- el otro asintió con un “si eso dijo él”- bueno, los rifles Barret estilo militar son muy caros.- el otro asintió, la información era correcta según los expertos en balística- Parece que van bien de dinero, pero conseguir uno y entrenar en su manejo a un tipo es un proceso largo y penoso, Cada uno de estos tiene que estar muy bien escogido, porque no se puede perder todo ello en varios a la vez. Y el tiro fue muy bueno: el tirador es un crack. Demasiados factores. No sé, a mí se me antoja que tiene uno, dio un golpe de efecto y ahora quiera acojonarnos con que tiene más. Es una impresión mía, pero solo tiene uno. Aún así es un problema enorme y difícil, pero habrá que trabajar con él. ¿Hay algo más que deba saber?
- Dijo que si se ven obligados a rendirse se vuelan ellos, el banco y los rehenes.
- Siento disponerlo de manera tan fría, pero en mis cálculos no entran los rehenes. El los tienen en su poder. Si quiere matarlos, lo hará. No hay nada que podamos hacer en ese sentido. Eso no quiere decir que los vaya a matar yo, pero no puedo cambiar el plan por ellos. Además, no se pero creo que no se volarán si se ven forzados. Uno no suele tomarse tantas molestias en preparar algo para volarlo luego si sale mal. Los tipos como este tiene mucho aprecio a su pellejo como para hacerlo, se creen muy importantes. Los terroristas suicida, suelen ser anónimos, por definición. A mí se me antoja un truco, pero si no lo fuera, me es igual. La muerte en nuestro trabajo en siempre una posibilidad. ¿Algo más?
- Todo el perímetro está lleno de cámaras de seguridad. No se puede pasar sin ser vistos.
- Ya me lo imaginaba. En un banco de tanta seguridad. ¿Sabe algo del interior?
- Muy poco. Algún guardia de seguridad cuando entraron llamo a la policía, pero no aportaron nada nuevo, si no solo confusiones. Y calibrando las horas, pueden que fueran ellos mismos para desinformar. Así que como si no supiéramos nada.
- De lo que se deduce que el golpe fue extremadamente rápido.
- Si apenas, unos minutos. Están muy bien entrenados y organizados.
- Bueno, necesito diez minutos y…
El teléfono de Gregorio resonó de nuevo.
- No puede ser… Es el otra vez…
- Cójalo y póngalo en manos libres para que lo escuchemos todos.
- Buenos días. ¿Se acuerda de mí? Por favor no coloque el teléfono en manos libres, lo que tengo que decirle es algo muy personal.
- Es un truco- le susurró al oído Rommel. –So0lo quiere dárselas de listo para que vea lo apabullante de su superioridad, siga hablando como si nada.
- Claro.- hizo como si se lo llevaba al oído y lo volvió a dejar sobre la mesa.- Continúe.
- Bueno creo que ha tenido tiempo para pensar. Le voy a decir mi plan. Quiero que desmonte el dispositivo policial ahora. O me cargo a su esposa.
- No puedo hacer eso. Usted escaparía impune.
- Sería una completa pena, ¿verdad? Esa camita tan bonita manchada de sangre y de trozos de bucles rubios, ¿eh?
- Si lo intentará me destituirían. Y no me harían caso. Además ¿No fue usted mismo quien llamo a la policía? ¿Por qué quiera ahora que nos vayamos?
- Quiero demostrar al mundo como se hacen las cosas de verdad. Como juego con ustedes como si fueran marionetas. ¿Comprende? Su voz rezumaba odio por los cuatro costados- Karl May no bromea. No bromea ¿Lo entienden? Se lo dije a mi papá, pero no me hizo caso. Y eso que me lo dijo el niño Jesús, y el Niño Jesús ni miente? ¿O es que acaso miente el niño Jesús? ¿Eh, que dice? ¿Miente o no miente?
- No, claro… que no… miente.
- Es broma imbécil. En realidad yo soy pagano clásico. Yo creo que en Zeus, Hades uy Apolo, ¿Sabe? Son las únicas divinidades que matan violan y encimas aprendes filosofía de la buena. Pero esa no es la cuestión. La cuestión es ¿Miente el niño Jesús? Porque si no miente, y el dijo que yo no mentía nuca, si digo que usted es rubio, y usted no lo es, ¿estoy mintiendo o no? Es una respuesta difícil, ¿no cree? Tiene un montón de ramificaciones y conclusiones lógicas diversas. Como el argumento ontológico. ¿Usted lo conoce? Pues no tiene nada que ver con esto. A veces rezo y se le pregunto. Pero no me ha contestado nunca, ¿Por qué? ¿Usted lo sabe?
- No.
- Pues yo tampoco. Pero eso no es el caso. La cuestión es que le doy una hora. Si dentro de una hora exactamente no está desmontado el dispositivo vuelo a su esposa. Ale, hasta luego que tengo que pensar en el dilema del Niño Jesús. ¿Y no me interrumpa, esta claro?
- Bueno, ya lo han oído. Aparte de estar como un puto cencerro, tiene a mi esposa como rehén.
- Señor, sintiéndolo mucho hemos de seguir adelante con el plan. Si quiere, la matará igualmente, si de verdad puede matarla. Es un callejón sin salida. Aunque haga lo que pida, puede matarla igualmente. ¿Quién nos lo dice? Yo creo que el quiera un hora para montar su plan, Si de verdad quisiera hacerlo, podría darle diez minutos. Si estuviera loco de verdad, podría pedirle algo irrazonable, pero pidió algo razonable y calculo bien el tiempo. El sabe que si desmonta el dispositivo es para montarlo dos calles más allá. Lo sabe de sobra. Así no va a escapar. Y siempre quedaba la posibilidad de que usted no acepaste, claro. Creo que solo quiere desestabilizarlo, ponerle nervioso, no dejarle pensar; descabezar a su rival, en suma.
- Eso ya lo sé. Y se cual es mi deber.- se levantó- Así que solo le pido una cosa. Detengan ese loco. Yo me marcho a salvar a mi esposa. Es mi función. No podría quedarme aquí y ver como la matan. Y no puedo enviar a nadie a morir por ella, no sería justo. Tienen una hora para hacerlo, porque daré orden de que luego entren si la cosa no se aclara, o quizá si no vuelvo es que estaré muerto y me sustituirá otro. Adiós. -Y se bajo del camión. -Luis, quedas tú al mando hasta que vuelva, ¿conforme?
- Claro. jefe.
- Chicos,-dijo Rommel dirigiéndose a sus compañeros- ha llegado nuestra hora. Vamos allá.

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